Maono, tu futuro equipamiento para streaming y podcast

El podcast es un formato cada vez más popular, y si bien está lejos de ser algo masivo -salvo en aquellos conducidos por figuras como Migue Granados o Moria Casán- es cierto que cada vez más personas entienden qué es un podcast sin tener que recurrir a una explicación que la compare con la radio. Las herramientas tecnológicas son causa y consecuencia de este fenómeno: cada vez hay más apps y hardware que ayudan a que el resultado final se acerque lo más posible a un producto de calidad profesional. En esta última categoría se inscriben las consolas y micrófonos de Maono, una marca china que se especializa en equipamiento para streamers, pero con especial foco en el audio. Su línea Maonocaster -como su nombre sugiere- está diseñada especialmente para aquellas personas que hacen transmisiones “en vivo”, ya sean en directo o diferidas. Las consolas permiten hablar al mismo tiempo que se generan otras fuentes de sonido (otra voz o música de fondo) y que de todo eso salga una mezcla directa para el podcast o el video en cuestión.

En esta reseña analizamos tres productos de la marca: un “kit inicial” (compuesto por la consola AM200 y su micrófono genérico PM360TR), la consola E2 y el micrófono PD400. Todos son productos pensados y diseñados para la grabación de podcast (y la producción sonora de YouTube o TikTok y demás contenidos), que se consiguen en la Argentina gracias a Todomúsica, su representante local, y que están disponibles en casas de música conforme las importaciones lo permitan.

Cómo los probamos

Los tres productos fueron probados en la grabación de un podcast con voz y música de fondo. Para las canciones se utilizó una playlist de Spotify disparada desde un celular Motorola Edge 40 conectado por Bluetooth, y para grabar el resultado final se usó una MacBook Pro con Adobe Audition (podría usarse también el Garage Band sin problemas). El audio de salida (voz y música) se graba en la MacBook como una única pista, conforme los seteos (volumen, ecualización, efectos) que se realicen “en vivo”. Lo que se graba es lo mismo que se escucha en los auriculares de monitoreo, salvo por el agregado de un compresor del Audition, que sirve para que la voz se destaque por sobre la música. Por supuesto, todo esto puede hacerse también con una PC convencional.


Maono AM200: el combo inicial

La Maono AM200 es una consola que se apoya en una premisa muy simple: que no necesites ningún equipamiento extra para producir el audio de tu podcast. El monitoreo (lo que el usuario escucha mientras se graba) es lo mismo que va a recibir el público.

La AM200 está construida en plástico, pero esa no es una crítica, sino todo lo contrario: la terminación es excelente, y eso además la hace liviana y portable. Para todas las funciones que tiene es muy compacta (mide 24 x 14 cm). Este kit viene además con un micrófono tipo condensador (XLR a miniplug), con un trípode de escritorio y todos los cables necesarios para empezar a usarla sin tener que comprar nada más.

La consola tiene un panel general con dos potenciómetros principales -uno para la entrada del micrófono y otro para la música- y dos faders -uno para la reverb y otro para el volumen del monitoreo-. Trae un ecualizador simple de tres bandas (graves, medios y agudos) y un último potenciómetro que regula la salida general del audio, para la grabación. Viene además con una botonera luminosa de 12 efectos, 8 preseteados (risas, aplausos, disparos, etc.) y 4 de ellos programables por el usuario (se puede grabar un separador que se use de forma recurrente, por ejemplo). Por último, tiene otros seis botones con distintas funciones para el micrófono: realce de la voz o la disminución de ruidos, cambio de pitch o función para hacer karaoke, entre otras. Tiene conexión Bluetooth 4.2 y un panel táctil que permite cambiar el tono del audio (algo así como un vocoder).

El panel trasero es el de las entradas y salidas. Tiene dos entradas de micrófono de 3,5mm, una entrada/salida de auriculares, una entrada miniplug para música (que se usa en caso de no utilizar la conexión Bluetooth o cuando el celular no tiene ficha miniplug), una salida 3,5mm para conectar auriculares o parlantes y tres salidas 3,5 mm para conectar hasta tres dispositivos de grabación o de streaming, lo que permite transmitir en directo en múltiples plataformas al mismo tiempo. Hay una ficha USB-C para cargar la batería (de 1200 mAh), pero también para la transmisión de datos (output de audio). Por último, un botón para regular la luminosidad del teclado y el botón de encendido. Más, imposible.

En la práctica, la AM200 es intuitiva y casi no requiere del manual de instrucciones. Las conexiones tanto del micrófono como del celular y la notebook son elementales, lo mismo que su manejo. Basta con probar un poco los niveles de entrada de los distintos audios (micrófono, música, efectos) y todo queda listo para grabar.

El micrófono que viene con el kit es de un nivel aceptable, pero inicial. Es de plástico duro, bien terminado y viene con filtro antipop, aunque es mejor usarlo sin él porque el sonido pierde brillo. El patrón es cardioide, suficiente como para un solo usuario, pero la sensibilidad es bastante básica si lo que se busca es un audio de alta fidelidad. Sí es para destacar el filtro Denoise de la consola, que es útil para eliminar los ruidos ambiente y que en combinación con el micrófono funciona perfecto. Sirve para empezar y para cuando se le encuentra la vuelta (posición, ecualización); pero no es el ideal para conectar y que funcione excelente por sí solo.

La calidad del sonido que permite registrar la AM200 es estándar. Utiliza un muestreo de 48 kHz y 16 bits, pero puede escalarse a más desde el software que se utilice para grabar. No hay ruidos de estática ni electrónicos, y para cualquier tipo de audio digital que va a transmitirse por Internet (con la consecuente pérdida de información que ello implica) es más que suficiente. Sí hay un pequeño defecto en los potenciómetros del mic y la música: cuando se está bajando el volumen (de 10 a 0, por ejemplo) pasa de 2 a 0 y no de 1 a 0, lo que genera la sensación de una desaparición abrupta del audio, y no paulatina. No es un defecto importante para el uso que se le dio en esta reseña, pero hay que mencionarlo.

La Maono AM200, en resumen

A favor:

  • Precio: un solo hardware reúne todo lo necesario para tener un estudio hogareño
  • Funcionalidad: volumen, efectos, ecualización, múltiples entradas y salidas
  • Calidad: de grabación y de materiales
  • Precio: 120 dólares.

En contra:

  • El micrófono es de nivel inicial, aunque se puede reemplazar
  • Los potenciómetros de volumen fallan cuando el volumen es muy bajo

El upgrade: consola E2 y micrófono PD400

El micrófono PD400 propone versatilidad. Por un lado, es un micrófono USB (o “micrófono de internet”) que se conecta directamente a la computadora y que permite hacer grabaciones (o videollamadas) con una gran calidad de audio sin tener que entender cómo se maneja una consola, por más básica que sea. En el cuerpo -metálico, sólido, robusto- incluye un potenciómetro con tres funciones (ganancia, volumen de auriculares, mezcla), un botón con tres seteos de ecualización, una salida miniplug para auriculares y la conexión USB-C. Para este tipo de configuración se puede bajar el soft Maono Link (para Windows, MacOS, Android), que tiene múltiples opciones de ajustes y que permite hacer un mejor uso de las funciones del micrófono.

Al mismo tiempo, el PD400 es un micrófono cardioide dinámico tradicional, con conexión XLR-XLR, que hace posible la conexión con cualquier consola o interfaz de audio con esa ficha. Como buen mic dinámico -los que se usan en podcasts, streaming, radio, televisión- ofrece un sonido claro, profundo y nítido, que capta todo lo que se hable frente a él y atenúa los sonidos que lleguen desde otros lados. Ambas alternativas de uso -con fichas XLR y USB- proponen sonidos diferentes para distintos usos, y lo más interesante es que ambos estén en un mismo producto y por un valor de 140 dólares, similar o más bajo al de sus competidores.

La E2 es una consola con las mismas funciones básicas que la AM200, pero con algunos agregados que la hacen más completa. Viene con alimentación phantom de 48v, por lo que sería posible conectarle un micrófono de condensador. También suma dos faders, para poder manejar el volumen de dos micrófonos de manera independiente, que se complementan con dos salidas de 3,5 mm para auriculares. Tiene también un control de pitch, que a diferencia de la AM200 es en un potenciómetro y no en un botón, lo que permite mejores ajustes y no solo los que vienen preseteados de fábrica. La batería es de mayor capacidad (2000 mAh), lo que permite hasta 8 horas de uso sin tener que cargarla. Respecto a eso, la alimentación y la transmisión de datos a la PC se hacen mediante puertos USB separados, lo que asegura que no haya ninguna interferencia electrónica. ¿El precio? 120 dólares.


Conclusiones

Todos los productos reseñados transmiten una sensación premium, incluso desde su packaging. La calidad de las grabaciones podrá variar en función de la pericia de cada usuario, pero aun con el starter kit se consiguen buenos resultados. En un mundo dominado por marcas como Shure, Rode o Samson (o HyperX y Blue dentro de los USB) la aparición de una marca como Maono es más que bienvenida, sobre todo para los bolsillos locales. En este punto cabe aclarar (aunque sea algo obvio) es que los precios fueron expresados en dólares y tomados de su web oficial y de Amazon, ya que es la única forma de reflejar un valor aproximado y que no quede viejo una semana después. Igualmente, como fue aclarado al comienzo, tienen representación en el país y se consiguen acá (Google mediante).

Publicada en La Nación, noviembre de 2023.-

Todas las fotos fueron tomadas con un Motorola Edge 40