Kevin Plank encontró, a fines de siglo pasado, la manera de resolver un problema deportivo común: la incomodidad de entrenar y jugar con remeras de algodón, que capturaban el sudor
La llama de la creatividad puede encenderse en cualquier momento, y la chispa puede ser la más cotidiana de las situaciones. Kevin Plank era un jugador de fútbol americano -según él, no demasiado grande ni demasiado rápido- que quería aprovechar al máximo sus aptitudes para el juego. Y cuando no se es un fenómeno del deporte, sino más bien un jugador de equipo, cada detalle puede ser una ventaja. Plank se dio cuenta de que transpiraba mucho, y que si hubiera alguna forma de poder sacarse esa humedad del cuerpo -y más importante aún, el peso de su camiseta de algodón mojada- eso podría ayudar. Y así, en medio de un día caluroso y empapado en su propio sudor, ideó las telas transpirables.
Hoy cada marca tiene la propia, con un nombre que representa sus virtudes –Dri-Fit, Aeroready, dryCELL– pero hasta 1996 las alternativas eran otras: manga corta en verano, manga larga en invierno. Y nadie había reparado en esa necesidad, salvo Plank. La mayoría de las veces la innovación en el deporte se limitaba a la tecnología desarrollada para los calzados y quizás para algún otro equipamiento o accesorio (pelotas, palos, guantes), pero nunca para la ropa. Alguien tenía que encontrar una alternativa.
Plank tomó una camiseta marca Hanes y una tela sintética que había comprado en Minnesota Fabrics, y las llevó a un pequeño taller de confección. El pedido fue simple: “¿pueden hacer tantas camisetas como esta Hanes como sea posible, pero con esta tela?” Todo comenzó con esas muestras, pero enseguida Plank se dio cuenta de que iba a tener que solucionar varios temas con la fabricación antes de poder presentar la idea.
Plank se subió al auto y manejó desde Maryland hasta Nueva York, algo así como 350 kilómetros. Dejó su auto en el cruce de la calle 34 y la Séptima Avenida, y empezó a recorrer el Garment District, el barrio conocido por ser el principal centro de moda en los Estados Unidos. Entró a cada taller que encontró con el mismo pedido que había hecho en su ciudad: una remera hecha con tela sintética. Lo encontró, y a los pocos días retiró el prototipo. Hoy se la conoce como 0037, la “shorty”. La idea estaba concretada.
Plank había jugado como fullback para la Universidad de Maryland, en un equipo de segunda categoría que no pertenecía a la NFL, donde se había recibido en administración de negocios. Aun así, se las ingenió para convertirse en el proveedor oficial de la NFL Europe League, algo así como una hermana menor de la liga de élite del fútbol americano. Plank se hizo un nombre, y cada vez que los equipos pasaban cerca -DC, Baltimore, Filadelfia- sus jugadores querían ir a verlo para conseguir las camisetas livianas que no acumulaban sudor.
“Kevin, estoy en DC y me gustaría pasar por tu oficina para hablar de negocios”. La oferta hubiera sido tentadora si no fuera porque Plank no tenía oficina y trabajaba en el sótano de la casa de su abuela junto a sus socios, Ryan Wood (que había jugado al fútbol americano en la Universidad estatal de Arizona y los Cowboys de Dallas) y a Kip Fulks (jugador de lacrosse en primera división). “Mejor veámonos para almorzar en Morton’s, yo invito”. Antes de la hora pactada, Plank pasó por el banco para sacar todo el efectivo que tenía, porque no estaba seguro de poder pagar un almuerzo con su tarjeta de crédito. Cerró un acuerdo. La idea concretada ya era un negocio. Tenía 24 años.
Plank consideró dos nombres para su flamante compañía. Heart ya estaba registrado, y lo mismo pasó con Body Armor. Pero un día su hermano se equivocó con el posible nombre de la compañía, y dijo “Under Armor”. A Plank le gustó, pero decidió utilizar “Under Armour” -con U- porque esa palabra encajaba mejor en la numeración telefónica. En un mundo en el que todavía no existía internet, llamar al 888-4ARMOUR era mucho mejor que hacerlo al 888-4ARMOR.
Hoy Under Armour es la marca que calza a Stephen Curry y que viste a Las Leonas, y que diseñó los uniformes para la misión espacial Virgin Galactic. Se calcula que factura alrededor de 2000 millones de dólares al año.
La tecnología
Las telas “quick dry” están diseñadas para alejar al sudor del cuerpo, expulsándolo hacia el exterior de la prenda y facilitando la evaporación natural. Aunque el tejido puede ser hecho de diversos materiales, todas funcionan bajo un principio muy simple: el poliéster absorbe menos agua que el algodón. Este tipo de telas ya existían desde bastante antes, y de hecho fue patentada por Robert Kasdan en 1998, después de la fundación de Under Armour. Lo que hizo Plank fue darle un nuevo uso por fuera de la confección de ropa interior.
La patente registrada por la empresa Concord Fabrics especifica un determinado tipo de punto hecho con determinadas materias primas y confeccionado por agujas con medidas exactas; y es por eso que es citada por marcas como Under Armour y Nike en el registro de sus propios diseños. Conforme avanzaron la tecnología y los materiales, las telas transpirables cambiaron su morfología y sus usos específicos, ya sea para ropa o para calzado. El UA Tech es diferente al Dri-Fit y al Aeroready, aunque todos funcionen de manera similar.
Técnicamente la mayoría de ellas están confeccionadas con microfibras, que son fibras con un espesor de ⅕ de un cabello humano, ⅓ de una fibra de seda y ¼ de una fibra de algodón. Ese tipo de espesor le da a la tela una apariencia única y distinguible al instante, y un peso mucho menor, aún seca. Es por ello que no funcionan igual que las remeras de algodón y que -fundamental- sólo deben ser lavadas con jabón y sin utilizar suavizante, ya que el enjuague para ropa es más espeso y “tapa los poros” de la tela.
El objetivo de Plank -una camiseta que funcione como una base cómoda y liviana por debajo de la armadura del fútbol americano– se convirtió en un estándar para casi cualquier prenda de performance, sea del deporte que sea. Las camisetas de fútbol y de básquet, las remeras de running y los corpiños deportivos están hechos bajo el mismo concepto: para transpirar. Así que vayan, y transpiren.
Publicada en La Nación, abril de 2023.-